La adolescencia, una etapa tan peculiar y colmada de contrastes que se caracteriza por ser un torbellino de cambios físicos, emocionales y psicológicos. Es un viaje de autodescubrimiento en el que los jóvenes se enfrentan a una metamorfosis que los impulsa hacia la adultez.

 

El inicio de la pubertad marca el comienzo de este viaje. Las hormonas como el estrógeno y la testosterona entran en escena, desencadenando un crecimiento acelerado y la aparición de las características sexuales secundarias. En las chicas, se desarrolla el busto, se ensanchan las caderas y comienza la menstruación. Los chicos, por su parte, experimentan  crecimiento en la talla y la musculatura, la voz se vuelve más grave y aparece el vello facial y corporal.Estos cambios físicos, si bien son naturales, pueden generar incomodidad e inseguridad en los adolescentes. Es importante que los padres y educadores brinden apoyo y acompañamiento durante este proceso para que se valoren, ayudándoles a aceptar el proceso con la naturalidad que se requiere al ser un paso inherente al desarrollo y crecimiento como seres humanos.

Las hormonas son un ingrediente que es fundamental en las emociones de los adolescentes. Alegrías intensas, tristezas profundas, irritabilidad y explosiones de ira son algunas de las emociones que experimentan con frecuencia. Esta montaña rusa emocional puede ser difícil de manejar, sin embargo, es importante recordar que es parte del proceso de maduración. Desde la red de apoyo que son los padres y educadores es preciso que les provean espacios seguros para expresar sus emociones de manera libre.

Y es que, en la adolescencia, la búsqueda de la identidad personal cobra especial relevancia.  Los jóvenes se cuestionan quiénes son, qué quieren de la vida y cuál es su lugar en el mundo. Exploran diferentes roles, valores y creencias, tratando de definir quiénes son realmente; sin duda alguna, esta búsqueda puede ser un proceso complejo y generador de dudas, pero también es una oportunidad para descubrir nuevas facetas de sí mismos y desarrollar su propio sentido del yo.

Por eso es de suma importancia que los adultos brinden comprensión, apoyo y herramientas para afrontar los cambios que experimentan. Es esencial que los adolescentes tengan la libertad de explorar su identidad sin juicios, y que se les anime a desarrollar una autoestima saludable.

En conclusión, al comprender y acompañar a los adolescentes en este viaje de transformación física, emocional y psicológica, podemos ayudarles a navegar con éxito por este período crucial de sus vidas que dará paso a la etapa adulta. Ante los desafíos que nos presenta el mundo, lo que queremos y necesitamos son personas con autoestima, fortaleza, amor propio y respeto que se conviertan en agentes de cambio de sus proyectos de vida y en constructores de sociedad.

 

Aura Cristina Gómez Moreno

Asesor Familiar De Duelo

Psicóloga

 

Referencias

Cibils, J. (2021). Adolescentes. Unicef.

Colom, J & Fernandez, M. (2009). Adolescencia Y Desarrollo Emocional En La Sociedad Actual. Redalyc.

Iglesias, J. (2013). Desarrollo del adolescente: aspectos físicos, psicológicos y sociales. Pediatría integral XVII(2): 88-93.