En la era actual, la distinción entre el trabajo y la vida personal tiende a desvanecerse, lo que conlleva a un desequilibrio que puede afectar adversamente la salud y el bienestar individuales. No obstante, es crucial reconocer que alcanzar un equilibrio saludable entre estas dos esferas es viable y sumamente beneficioso para todos. En este artículo, exploraremos diversas estrategias efectivas respaldadas tanto por la investigación como por la experiencia personal, que pueden conducir a este equilibrio deseado.

La priorización del tiempo de calidad emerge como un elemento fundamental. Esto implica establecer límites claros y dedicar momentos exclusivos a actividades fuera del ámbito laboral, como disfrutar del tiempo en familia, dedicarse a pasatiempos o realizar ejercicio físico. Un estudio destacado, llevado a cabo por Greenhaus y Beutell (1985), evidencia que la calidad del tiempo dedicado a actividades extralaborales supera en importancia a la cantidad de tiempo invertido en tareas laborales. Identificar tareas prioritarias, fijar metas realistas y hacer uso de herramientas como la planificación diaria o semanal, según lo señalado por Demerouti et al. (2010), contribuye a maximizar la productividad y a reducir el agotamiento, mejorando así el bienestar general.

¿Cómo establecer límites claros?

Se logra al establecer horarios específicos para revisar el correo electrónico o al apagar los dispositivos electrónicos una vez concluida la jornada laboral. Kinnunen et al. (2006) demuestran que establecer estos límites entre el trabajo y la vida personal está asociado con niveles más bajos de agotamiento y de conflicto entre ambas esferas.

Por consiguiente, es imperativo fomentar un ambiente de apoyo en el entorno laboral. Por ejemplo, la llegada de la pandemia llevó a algunas empresas a implementar el teletrabajo, lo cual contribuyó a equilibrar las demandas laborales con la vida personal. Asimismo, ofrecer horarios flexibles o desarrollar programas de bienestar para ayudar a los empleados a gestionar de manera más eficaz sus responsabilidades laborales y personales resulta beneficioso. A este respecto, Allen et al. (2013) señalan que contar con un mayor apoyo organizacional se vincula con niveles más altos de satisfacción laboral y con un menor conflicto entre el trabajo y la vida familiar.

En resumen, alcanzar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es posible si se identifican y se implementan estrategias efectivas, tales como la priorización del tiempo de calidad, la gestión eficiente del tiempo y el establecimiento de límites claros, mientras se promueve un entorno laboral que brinde apoyo. De esta manera, los individuos pueden mejorar su bienestar general y disfrutar de una vida más plena y satisfactoria.

 

Faridhe Pontón Gattáss

Psicóloga

Asesora Familiar de Duelo

Referencias Bibliográficas

 

Greenhaus, J. H., Beutell, N. J., Demerouti, E., Bakker, A. B., Nachreiner, F., Schaufeli, W. B., Kinnunen, U., Feldt, T., Geurts, S., Pulkkinen, L., Allen, T. D., Johnson, R. C., Kiburz, K. M., & Shockley, K. M. (1985). Types of work-family interface: Well-being correlates of negative and positive spillover between work and family. Work-Family Conflict and Flexible Work Arrangements: Deconstructing Flexibility, 10, 345–376.